• Ha llegado usted al paraíso: Asturias (España)

«El regazo lo es todo»

«El regazo lo es todo»

«El regazo lo es todo» 150 150 Tino Quintana

Caía la tarde. El horizonte comenzaba a teñirse de amarillo. No había nubes. Una mujer caminaba por la pequeña playa, semicircular, con los pies descalzos, mientras su perro correteaba de un lado a otro por la arena.

A medida en que pasaban los minutos, alguien se puso a pintar el cielo de naranja, cada vez más intenso, más y más… casi de rojo. Los contornos del paisaje se difuminaban y el ruido de las olas se escuchaba al quebrarse sobre el arenal.

Fue un espectáculo al que yo preguntaba con mi mirada. Su respuesta era su belleza.

Y recordé el último capítulo de Las olas de Virginia Woolf:

«El sol se había puesto por fin. El cielo y el mar se confundían. Las olas, al romperse, desplegaban sus grandes abanicos sobre la orilla…»

Poco después, la luz de diez farolas en semicírculo insinuaba la cintura de una imagen inmensa que, encogiéndose, cobijaba a la noche y a la mar. Parecía un regazo enorme.

Y pensé que los humanos quizá hayan ido aprendiendo así, desde tiempos inmemoriales, el modo de transformar su cuerpo en regazo: un lugar donde las cosas adquieren sentido porque ampara, acoge, protege, consuela y cuida. Uno de los pocos sitios en el que, cerrando los ojos, nos sentimos inmortales y reyes del mundo.

¿Pura imaginación? ¿Lenguaje ingenuo? Puede ser.

Lo cierto es que, hoy, hacen falta regazos para acunar temores, cantar nanas y arrullar sueños, para resguardarse de la oscuridad, calmar el dolor y abrigarse del frío, para acariciar arrugas, para añorar el hogar y sentirse en casa, para vivir… y para morir.

«El regazo lo es todo», dijo Rainer Maria Rilke (Elegías de Duino, 8)

TINO QUINTANA

Profesor de Ética, Filosofía y Bioética Clínica (Jubilado)
Oviedo, Asturias, España

Constantino Quintana | Aviso legal | Diseño web Oviedo Prisma ID