• Ha llegado usted al paraíso: Asturias (España)

El viento…

El viento…

El viento… 150 150 Tino Quintana

«Cuántos caminos debe recorrer un ser humano,
antes de que le llames “ser humano” (…).
La respuesta, amigo mío, está soplando en el viento.
La respuesta está soplando en el viento».
(Bob Dylan)

Pero el ser humano es ese «bípedo desagradecido, cuyo principal defecto es la perversidad crónica de la que ha sufrido a todo lo largo de la historia… y que jamás abandonará el verdadero sufrimiento, es decir, el caos y la destrucción», dice Fedor M. Dostoievski (Memorias del subsuelo, VII).

«¡La vida no es más que una sombra que pasa, un pobre cómico que se pavonea y agita una hora sobre la escena, y después no se le oye más …; un cuento narrado por un idiota con gran aparato, y que nada significa!», afirma William Shakespeare (Macbeth, V, 5).

Sin embargo, con el paso de los años, yo encuentro cada vez más insoportable el mal humor y el lamento por el lamento; encuentro estéril vivir permanentemente enfadados con el mundo y empeñarse en arreglar la sociedad eliminando a la otra mitad; encuentro impresentable la superficialidad y la falta de crítica constructiva; encuentro irrespirable el aire contaminado de exaltación violenta y de agresividad, de susceptibilidad y de resentimiento y, sobre todo, de saber que un ser humano mata a otro ser humano.

Siempre he admirado a las personas positivas, por su luz, por su calor y por el orden que dan a las cosas. Sé de lo que hablo, pues convivo feliz con una de ellas. Maltratada por el dolor y la adversidad, sigue siendo capaz de soñar con estos versos de Ezra Pound:

«Yo, sólo yo, he conocido los caminos
a través del cielo, el viento por lo tanto es mi cuerpo».

Tino R. Quintana

Profesor de Ética, Filosofía y Bioética (Jubilado)
Oviedo, Asturias, España

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