Queridos Magos de Oriente:
Os escribo estas letras para que nos traigáis descanso, reposo y alivio. La gente lo espera.
La gente no está cansada de la vida, sino de una vida sin sentido reducida al consumo, a ser tratada como una cosa y a ser solo un paso ineluctable hacia la muerte; está cansada de relaciones reducidas a experimentos precarios; está cansada de no encontrar luz al presente, sustancia al deseo y significado al futuro.
La gente no está cansada del trabajo, porque suele hacerlo con seriedad y empeñando sus mejores habilidades. A la gente le gusta el trabajo bien hecho. La gente está cansada de un trabajo que no basta para vivir, que impone condiciones exasperantes, incidentes y accidentes insoportables, frustraciones a los más jóvenes, angustia a los parados…
La gente no está cansada de la familia, porque la valora como un bien necesario para la sociedad. Da seguridad, coraje y compañía. La gente está cansada del frenesí que se impone a la vida de familia, cansada de la acumulación de prestaciones para que no falte nada a los hijos, a los enfermos, a los ancianos …, sin darse un momento de respiro.
La gente no está cansada de la administración, ni de los servicios públicos, ni de la política, porque está convencida de que la vida en común necesita estar regulada, vigilada y organizada. La gente está cansada de una política entendida como sucesión irritante de viejas batallas, de una gestión miope de la cosa pública y de unos servicios públicos que obligan a recurrir a los privados; está cansada de una administración que no sabe valorar las necesidades de la sociedad, ni las iniciativas de cada comunidad…
La gente no está cansada de la comunicación, porque sabe que es un servicio necesario para tener una idea de los demás y del mundo. La gente está cansada de la comunicación dedicada a recoger únicamente las basuras de la vida y a decidir como si ellas fuesen la vida misma; está cansada de la crónica que exagera y se obsesiona con el mal e ignora sistemáticamente el bien; está cansada de la superficialidad, de los bulos venenosos…
¿Y la tierra? La tierra no está cansada de los seres humanos, porque sabe que en ella viven, se aman, trabajan, se asocian y se comunican. La tierra está cansada de ser el escenario de guerras sin cuartel, de sufrir la explotación incontrolada de sus recursos, de verse convertida en basurero…, de sentir roto su propio equilibrio natural sin pedirle permiso…
Queridos Magos: traednos descanso, reposo, alivio, sosiego, esperanza, paz…, por favor.
Lo sabéis mejor que nadie: ahí fuera hay gente cansada…, demasiado cansada.